Leyenda de Fátima az-Zahra:
Cuenta una leyenda que bajo el cielo ardiente de Arabia , en una casa humilde iluminada por la luz cálida del atardecer, Fátima , hija menor del Profeta Mahoma, se encontraba preparando el guiso del día. Su rostro reflejaba serenidad, mientras el aroma de las especias llenaba el aire. Vestida con un velo claro y sencillo, encarnaba la quietud y la devoción.
De pronto, la armonía se quebró. Desde el umbral, Ali ibn Abi Talib , su esposo, regresaba acompañado de una nueva concubina. Al verlos, los ojos de Fátima se velaron de tristeza. El alma se le hizo unLa cuchara cayó de sus manos , golpeando el suelo con un sonido seco, apenas audible bajo el estruendo de su dolor.
Sin mirar, Fátima sumergió su mano desnuda en el guiso hirviendo , removiéndolo con calma, como si su cuerpo ya no le perteneciera. El dolor físico no se comparaba con el ardor de su corazón herido.
Ali, al observarla, quedó paralizado. Se acercó, tomó su mano con ternura y, horrorizado, vio cómo el calor la había quemado. En ese momento, algo en él cambió. Comprendió el sufrimiento silencioso de Fátima .
Conmovido hasta lo más profundo, Ali le juró que nunca más habría otra en su vida . Desde aquel día, decidió quedarse solo con ella, en honor a su amor, su fortaleza y su lealtad inquebrantable
Esta historia simboliza la paciencia, fidelidad y resistencia de Fátima.